domingo, 1 de septiembre de 2013

"Robada" Relato I


Agarro la carpeta que mis padres nunca me dejan mirar simplemente por mera curiosidad, es un periódico que pone "Niña desaparecida" al lado hay como un tiquet pegado en el que pone "lo hicimos por su bien".
En ese momento comprendo porque no me parezco a mis padres. Salgo corriendo de casa con lágrimas en los ojos, me dirijo hacia el Shailon un parque que siempre me hace calmarme y sonreír.
Mis padres no son ellos siento como una fatiga en el aire es imposible que ellos hallan echo eso siempre me han parecido tan buenas personas. Me agarro de un banco ya que estoy empezando a sentir un mareo que me hace precipitarme al suelo.
Cuando me vuelve la consciencia estoy en el medico y mis "padres" están ahí delante de mi cara, siento repugnancia de que estén aquí no quiero saber más de ellos, quiero alejarme y estar con mis verdaderos padres, salgo de la camilla para buscar a mis padres, mi "madre" me mira cuando me ve levantarme y salgo corriendo por el pasillo. 
En el periódico ponía que vivían en la calle Rais Ton no esta muy lejos así que decido ir a pie.

   Llamo a la puerta de la casa de mis padres, cuando abren me miran y pregunta que quien soy.
-Vuestra hija-susurro con una voz apagada.
Ellos me sonríen de una forma maliciosa me agarran de los brazos y me tiran en el sótano de la casa.
-Siempre quisimos cometer un asesinato de un bebé por eso te tuvimos para matarte al mes de nacer, ahora ya eres mayor y no será tal la satisfacción pero fuiste creada para morir así que ya te hayas a tu destino.
Cierran la puerta de un portazo, me agarro de las rodillas y empiezo a llorar de una forma exagerada, no entiendo nada, no se quien soy. Mi mente solo piensan "Naciste para morir", no puedo permitirme fallecer en este lugar tan siniestro y gris.
Desde allí oigo portazos a la puerta principal de la casa, alguien la tira abajo, después hay una pelea en el que alguien grita de una forma ahogada. Después de un largo silencio oigo como abren el sótano y alguien enmascarado me coge de la mano.
Mis rescatadores fueron mis falsos padres que en parte me alegro que me robaran ahora que se la verdad, tuve que prometer les a mis salvadores que no contaría lo que sucedió.


La historia tampoco a sido muy allá pero tránquilos se hacer mejores, Besos solitarios

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